UN MENSAJE NAVIDEÑO EN JEROGLÍFICOS

Esta vez, Hipatia nos invita a viajar al Antiguo Egipto para cumplir una nueva misión: aprender la escritura egipcia a través de los jeroglíficos.

Cada curso recibirá una palabra escrita en jeroglíficos que forma parte de un gran mural con el mensaje:

“Los alumnos y alumnas del colegio Nuestra Señora de Loreto les desean Feliz Navidad”.

Observando el abecedario jeroglífico y su traducción al español, proyectados en la PDI y contando también con una versión en papel para facilitar la tarea al alumnado, este deberá descifrar los símbolos y escribir la palabra correcta.

Entre todos, trabajando en equipo, lograremos descifrar el mensaje completo y desear Feliz Navidad, fomentando la cooperación y un aprendizaje divertido y significativo.

NUESTROS DERECHOS GRABADOS EN EL TIEMPO

 Siguiendo la línea del tiempo, en este reto viajamos a la antigua Mesopotamia para descubrir el origen de la escritura. Hipatia nos propone un reto muy especial: conocer y representar los derechos recogidos en la Constitución para celebrar su día.

A cada curso se le asignará un derecho, que deberá escribir en tablillas de arcilla utilizando el abecedario mesopotámico.

¿Preparados para dejar vuestros derechos grabados en la historia?

EXPLORADORES DE LA CUEVA DE LORETO

En este segundo reto viajamos miles de años atrás para descubrir cómo se comunicaban las personas en la Prehistoria. A través de las pinturas rupestres, el alumnado se convierte en explorador, arqueólogo y artista a la vez.

Para ello, transformamos el pasillo de Infantil en una auténtica cueva prehistórica: la Cueva de Loreto. La aventura comienza con un mensaje de Hipatia, que pide ayuda para descifrar antiguos símbolos. Siguiendo huellas de bisonte, los niños llegan hasta la cueva, donde les esperan pinturas, secretos ocultos y dos neandertales que les conectan con el pasado y con el importante papel de la mujer en la historia.

Cada grupo descubre un símbolo secreto, utilizando una sorprendente técnica experimental que despierta la curiosidad y el asombro. Así comprenden que, en la Prehistoria, los dibujos eran una forma de comunicación y que cada imagen contaba una historia.

Finalmente, los alumnos dejan su propia huella reproduciendo el símbolo descubierto en la cueva, convirtiéndose en auténticos artistas prehistóricos. De este modo, el aprendizaje se vive como una aventura emocionante, significativa y llena de magia, donde conocer la historia es descubrir, experimentar y crear.