Durante la última misión en la que hemos tomado parte, a través de una carta, Cruella nos ha animado a acoger más dálmatas en nuestras clases, lo que a ella le está ayudando a no caer en la tentación de fabricarse su abrigo de piel y así erradicar sus instintos villanos.
Para ello, tras encontrar huellas que nos conducían a un aula que estaba oscurecida y que tenía un mensaje que solo podía leerse bajo luz ultravioleta, hemos averiguado que en el patio de la biblioteca estaba el inicio y nudo de su historia narrada desde su perspectiva. Como recompensa de leerla, comprenderla y analizarla, los alumnos y alumnas han encontrado los dálmatas y el sello para su pasaporte, indicándoseles que solo queda una misión más con esta villana para convencerla de rehabilitarse y que así invite a la tercera de sus amigas a compartir con nosotros estos ratitos que tanto nos motivan y nos empujan a aprender mientras nos divertimos.
¡Esperamos con ganas nuevas noticias tuyas, Cruella!
Estaremos atentos.
